No, septiembre no es el “mes de los sismos” en México

Aunque septiembre ha tenido algunos sismos importantes en los últimos años, no hay nada especial en este mes.
 

Por Manuel J. Aguilar-Velázquez (@ManuAguilar411), R. Daniel Corona-Fernández (@rdcoronaf), y Miguel Á. Rodríguez-Domínguez (@MiguelRodDom), Universidad Nacional Autónoma de México
 

Citación: Aguilar-Velázquez, M.J., Corona-Fernández, R.D., Rodríguez-Domínguez, M.Á, 2022, No, septiembre no es el “mes de los sismos” en México, Temblor, http://doi.org/10.32858/temblor.285
 

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México es un país sísmicamente activo. Desde el 2017, han ocurrido seis sismos con magnitud mayor que 7.0 – cuatro de ellos en septiembre. El primero de ellos de magnitud 8.2, el 7 de septiembre de 2017 en Tehuantepec, Chiapas. Menos de dos semanas después, el 19 de septiembre de 2017, ocurrió uno de magnitud 7.1 en la frontera entre Puebla y Morelos, 32 años después del sismo de magnitud 8.1, del 19 de septiembre de 1985. El 7 de septiembre de 2021, ocurrió un sismo de magnitud 7.4 en las costas Acapulco, Guerrero. El más reciente ocurrió el 19 de septiembre del 2022, como si se tratara de una broma tectónica, con una magnitud de 7.7.

Para la mayoría de los mexicanos estaba claro: “septiembre es el mes de los sismos”. En consecuencia, los sismólogos mexicanos se enfrentan a la desafiante tarea de convencer a la población de que no es cierto. Un análisis riguroso de los datos históricos de sismo ocurridos en México revela que las coincidencias han existido a lo largo del tiempo.

México es vulnerable ante los sismos porque está situado en un contexto tectónico único en el mundo, ya que cinco placas interactúan en su territorio: de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, del Caribe, y de Rivera. Debido la interacción de estas placas, la energía se acumula entre ellas. Cuando se almacena suficiente, un porcentaje de esta energía se libera repentinamente a través de un deslizamiento entre las placas, lo cual provoca un sismo.

Buscando respuestas en un catálogo de sismos

Para desmitificar las que las coincidencias de septiembre son únicas, analizamos un pequeño catálogo unificado de sismos ocurridos entre 1787 y 2018. Estos datos fueron recolectados de fuentes confiables, conocidos como catálogos sísmicos, garantizando la calidad de la información. En el catálogo que usamos, las magnitudes y epicentros de grandes sismos (magnitudes mayores que 6.5) fueron cuidadosamente revisadas a partir de artículos en revistas científicas. Posteriormente actualizamos este catálogo con la información de sismos ocurridos entre 2019 y 2022, reportados por el Servicio Sismológico Nacional (SSN, 2022).

Para el análisis del catálogo utilizamos sismos de magnitud mayor que 7.0 y repetimos el procedimiento con los de magnitud mayor que 6.5. Supusimos que todos los eventos de magnitud mayor que 7.0 fueron registrados, lo que implica que para esa magnitud el catálogo está completo. En consecuencia, las localizaciones y magnitudes estimadas para esos sismos son confiables. No tenemos información de los eventos con magnitudes entre 6.5 y 7.0 ocurridos antes de 1900. Sin embargo, como los sismos de magnitud mayor que 6.5 fueron cuidadosamente revisados en la reciente publicación de Sawiers et al. (2019), consideramos que su análisis también era relevante. Esta forma de hacerlo nos permitió tener un catálogo más amplio pese a que no tenemos la información de los eventos con magnitud entre 6.5 y 7.0 ocurridos antes de 1900.
 

Los sismos en el catálogo ocurrieron, en su mayoría, en el sur de México.
Los sismos en el catálogo ocurrieron, en su mayoría, en el sur de México.

 

En este periodo de tiempo, los sismos ocurrieron en el sureste y este de México (322 de magnitud mayor que 6.5 y 151 eventos con magnitud mayor que 7.0). La costa del Pacífico es particularmente propensa a producir generar grandes sismos, debido a la subducción de la placa de Cocos bajo la placa de Norteamérica.
 

Grandes sismos ocurridos en México después de 1900.
Grandes sismos ocurridos en México después de 1900.

 

Sismos del catálogo organizados por mes de ocurrencia. Los colores claros representan a los sismos con magnitud mayor que 7.0, mientras que los colores oscuros a los de magnitud mayor que 6.5.
Sismos del catálogo organizados por mes de ocurrencia. Los colores claros representan a los sismos con magnitud mayor que 7.0, mientras que los colores oscuros a los de magnitud mayor que 6.5.

 

Sismos con magnitud mayor que 7.0 han ocurrido en 123 fechas diferentes – 78.86% de ellos no tuvieron coincidencias, 19.51% tuvieron dos eventos con un mismo “cumpleaños” y el 1.63% tuvieron tres eventos coincidentes en fecha. Esto nos dice que en 26 fechas del año ha habido más de un evento.

En cambio, los sismos de magnitud mayor que 6.5 ocurrieron en 212 fechas diferentes – 62.27% de ellos no tuvieron coincidencias, 28.30% tuvieron dos eventos con el mismo “cumpleaños”, 6.13% tres eventos coincidentes, 2.83% cuatro eventos, e incluso un día (7 de junio) tuvo siete eventos coincidentes en diferentes años. Por esta razón, decimos que hubo 80 fechas con al menos dos coincidencias a lo largo de los años. Esto no es una sorpresa, ya que cuanto más extenso sea un catálogo, mayor será la probabilidad de encontrar sismos con el mismo “cumpleaños”.
 

Número de fechas con coincidencias (sdc) por mes para los sismos analizados.
Número de fechas con coincidencias (sdc) por mes para los sismos analizados.

 

Nuestro análisis muestra que en abril y diciembre también hay numerosas coincidencias, 11 y 10, respectivamente, comparado con septiembre (4). El último gran sismo ocurrido en diciembre fue en 2015, y los nueve restantes del mes ocurrieron a mediados del siglo XX. Si seguimos el supuesto de las coincidencias, sería probable que los mexicanos, en los años 50s, creyeran erróneamente que “diciembre era el mes de los sismos”. Algo similar ocurre en abril – por ejemplo, el 18 de abril de 2002 con un sismo de magnitud 6.7 y en 2014 con uno de magnitud 7.3. Sin embargo, parecería que como no son recientes, ni cercanos en tiempo, no se recuerda a “abril como el mes de los sismos”.

El análisis de nuestro catálogo refuta la idea que “septiembre es el mes de los sismos” (o cualquier otro mes). Las coincidencias recientes han creado esta idea colectiva. Además, algunos de estos eventos han afectado a la Ciudad de México, lo cual hace más fácil que sean recordados por las más de 22 millones de personas que viven en la ciudad y su área conurbada. Sin embargo, necesitamos recordar que los grandes sismos pueden ocurrir en varias regiones de nuestro país.

Recordemos que la sismología es una ciencia joven, en consecuencia, los sismólogos disponen de una cantidad limitada de datos, poco más de cien años, comparada con los millones de años en que han ocurrido los sismos con la actual configuración tectónica. Si tuviéramos millones de años de datos, probablemente observaríamos que los eventos ocurren de manera uniforme a lo largo del tiempo. La población mexicana debe estar preparada ya que los sismos seguirán ocurriendo en el futuro (sin importar la fecha).
 

Referencias

Sawires, R., Santoyo, M.A., Peláez, J.A., Corona-Fernandez, R.D. An updated and unified earthquake catalog from 1787 to 2018 for seismic hazard assessment studies in Mexico. Sci Data 6, 241 (2019). https://doi.org/10.1038/s41597-019-0234-z

México. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geofísica, Servicio Sismológico Nacional (2022), Catálogo de sismos, edited, UNAM, IGEF, SSN, https://doi.org/10.21766/SSNMX/EC/MX