El terremoto, que se generó en la costa del Pacifico en México, redistribuyó los esfuerzos en la región.
Por Hector Gonzalez-Huizar, Ph.D., Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), Xyoli Pérez-Campos, Ph.D., Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), California Institute of Technology (@xyolipc), and Diego Melgar, Ph.D., University of Oregon (@geosmx)
Citación: Gonzalez-Huizar, H., Pérez-Campos, X., Melgar, D., 2022, México es sacudido por dos terremotos, Temblor, http://doi.org/10.32858/temblor.271
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Este lunes un terremoto de magnitud-7.7 ocurrió cerca de Coalcomán, Michoacán, México. El terremoto fue sentido en diferentes partes del país incluyendo la Ciudad de México, donde se activó la alerta del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX; Suárez, 2022). La alerta fue escuchada pocos segundos antes de que se sintiera el movimiento fuerte del suelo. El terremoto también se sintió al norte del país.
En las 24 horas después del terremoto el Servicio Sismológico Nacional (SSN) ya había reportado más de 800 réplicas. El miércoles por la noche, aproximadamente 60 horas después del terremoto del lunes, ocurrió una fuerte réplica de magnitud-6.9, activando una vez más la alerta sísmica en la Ciudad de México. Es muy probable que fuertes réplicas continúen presentándose durante los siguientes días a semanas.
El 19 de septiembre se ha convertido en una fecha icónica para los mexicanos cuando se habla de terremotos. El 19 de septiembre de 1985 ocurrió el terremoto que ha causado más muertes en la historia de México, uno de magnitud-8.0. Oficialmente se reportaron cerca de 10,000 muertes, sin embargo, algunas organizaciones estiman que alrededor de 40,000 personas pudieron haber perdido la vida como consecuencia de este evento, principalmente en Ciudad de México. 32 años después, el 19 de septiembre del 2017, ocurrió un terremoto de magnitud-7.1 causando la muerte de alrededor de 370 personas y grandes daños materiales en varias ciudades del país.
Cada año el 16 de septiembre se realiza en diferentes partes del país un simulacro en conmemoración del terremoto de 1985. En la Ciudad de México se emite la alerta sísmica a través de altavoces. En el 2017, el terremoto de magnitud-7.1 ocurrió dos horas después del simulacro.
La historia se repitió este lunes, cuando el terremoto de Coalcomán se sintió en la Ciudad de México alrededor de 45 minutos después del simulacro. Estos eventos han causado que algunas personas en México crean que septiembre es el mes de los terremotos. Sin embargo, ya muchos estudios – por ejemplo, Aguilar (2021) y Ávila-Barrientos (2021) – han demostrado que los grandes terremotos no obedecen ninguna fecha, mes, o estación del año. Cuando se analizan amplios catálogos de terremotos, incluyendo los que contienen terremotos históricos muy antiguos, se concluye que los terremotos ocurren en México (y en cualquier parte del mundo) en cantidades similares durante los doce meses del año. Por lo tanto, la probabilidad de que ocurra un terremoto es totalmente independiente de la fecha del año.
Una historia de grandes terremotos
En México han ocurrido cuatro terremotos de gran magnitud, mayor o igual a 8, desde el año 1900. El terremoto del lunes pasado se generó cerca de los epicentros de tres de esos terremotos de gran magnitud. Estos terremotos ocurrieron a lo largo de la Trinchera Mesoamericana, donde las placas tectónicas de Rivera y Cocos se subducen por debajo de la placa Norteamericana, y cerca de la unión tectónica triple donde estas tres placas se interceptan.
Geológicamente hablando, esta es una región muy activa donde existen volcanes, sismos lentos, tremores tectónicos y terremotos de gran magnitud (Husker et al., 2019). La costa del Pacífico mexicano ha experimentado en el último siglo más de 40 terremotos de magnitud mayor o igual a 7. Aparentemente, el terremoto del pasado lunes tuvo su ruptura en la misma zona que uno ocurrido el 30 de enero de 1973 de magnitud-7.5 (Reyes et al., 1979) y otro ocurrido el 15 de abril de 1941 de magnitud-7.7 (Keller et al., 1973).
Los terremotos deforman la corteza, lo que puede causar que fallas geológicas cercanas se destraben o que ocurran cambios en los esfuerzos que actúan sobre esas fallas. Estos cambios en los esfuerzos pueden facilitar o dificultar que ocurran futuros terremotos (Toda et al., 2011). Las áreas en color rojo en el siguiente mapa corresponden a lugares donde los esfuerzos aumentaron y por lo tanto es más posible que ocurran futuros terremotos. El terremoto de Coalcomán pudo haber incrementado la probabilidad de que ocurran futuros terremotos muy cerca de las áreas de ruptura donde se generaron los terremotos 1985 y 1995, ambos de magnitud-8.0.
Se generó un tsunami de amplitud moderada
Los tsunamis generados por terremotos son de gran importancia para esta parte del país. El terremoto de Coalcomán generó un tsunami de amplitud moderada, el cual duró más de 16 horas, según lo registrado por mareógrafos del Servicio Mareográfico Nacional.
Cerca de la ciudad de Manzanillo se registraron olas de casi un metro de altura. Cerca del epicentro no hay mareógrafos del nivel de agua, pero posiblemente ocurrieron olas de entre 2 a 3 metros de amplitud, lo que deberá ser confirmado con estudios de campo. Como referencia, el terremoto de magnitud-8.0 en 1995 generó un tsunami con olas de hasta 5 metros de altura en esta región (Borrero et al., 1997), causando daños significativos.
Cuando un terremoto ocurre en el océano y su ruptura alcanza la superficie del suelo marino, se genera una deformación abrupta en el suelo marino, lo que a su vez puede desplazar grandes volúmenes de agua, generando un tsunami. Por lo tanto, los registros de tsunamis son fundamentales para definir si durante un terremoto la ruptura de la corteza se pudo haber extendido hasta la superficie del suelo marino.
Para la mayoría de los terremotos que ocurren en la zona de subducción en México es ampliamente aceptado que la ruptura de la corteza se detiene alrededor de los 10 kilómetros de profundidad y no se extiende hasta la superficie. Esto sugeriría que el riesgo de tsunami es relativamente moderado en México. Sin embargo, terremotos históricos, por ejemplo, el terremoto de San Sixto en 1787 de magnitud-8.6, así como el de Jalisco en 1932 de magnitud-8.2, causaron grandes tsunamis, lo que sugiere que áreas de rupturas que se extiende hasta la superficie del suelo marino son posibles en México. El investigar la naturaleza de la ruptura y deslizamiento superficial durante el terremoto de Coalcomán será fundamental para futuras evaluaciones de riesgo en el país.
Referencias
Aguilar, M. (September 14, 2021) ¿Es septiembre realmente el mes de los sismos?, https://planeteando.org/2021/09/14/es-septiembre-realmente-el-mes-de-los-sismos/amp/
Ávila-Barrientos, L. (2021), Una revisión general acerca de las características y consecuencias de grandes sismos en México, GEOS, Vol. 41, No 2.
Borerro, J., Ortiz, M., Titov, V., & Synolakis, C. (1997). Field survey of Mexican tsunami produces new data, unusual photos. Eos, Transactions American Geophysical Union, 78(8), 85– 88. https://doi.org/10.1029/97EO00054
Husker, A., Frank, W. B., Gonzalez, G., Avila, L., Kostoglodov, V., & Kazachkina, E. (2019). Characteristic tectonic tremor activity observed over multiple slow slip cycles in the Mexican subduction zone. Journal of Geophysical Research: Solid Earth,1 24, 599–608. https://doi.org/10.1029/2018JB016517.
Kelleher, J., Sykes, L., & Oliver, J. (1973), Possible criteria for predicting earthquake locations and their application to major plate boundaries of the Pacific and the Caribbean, J. Geophys. Res., 78( 14), 2547– 2585, doi:10.1029/JB078i014p02547.
Reyes, A., Brune, J. N. & Lomnitz, C. (1979). Source mechanism and aftershock study of the Colima, Mexico earthquake of January 30, 1973. Bulletin of the Seismological Society of America, 69, 1819–1840.
Suárez G (2022) The Seismic Early Warning System of Mexico (SASMEX): A Retrospective View and Future Challenges. Front. Earth Sci. 10:827236. doi: 10.3389/feart.2022.827236
Toda, S., Stein, R.S., Sevilgen, V., & Lin, J. (2011), Coulomb 3.3 Graphic-rich deformation and stress-change software for earthquake, tectonic, and volcano research and teaching—user guide: U.S. Geological Survey Open-File Report 2011–1060, 63 p., available at https://pubs.usgs.gov/of/2011/1060/.
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