By David Jacobson and Ross Stein, Ph.D., Temblor
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A las 10:42 a.m. (hora local) del Lunes un fuerte sismo con magnitud M=5.2 (M=5.4 de acuerdo con el servicio sismológico colombiano) con epicentro en el municipio de Neira, cerca de Manizales, Colombia, fue percibido por un amplio sector de la población. El evento ocurrió a una profundidad de 113 km, con un mecanismo de ruptura de tipo extensional o fallamiento normal, posiblemente debido ala deformación interna de la placa de Nazca. Aunque afortunadamente no se sintió una fuerte sacudida en superficie, el movimiento fue percibido en la cuidad capital de Bogotá ubicada a unos 150 km del epicentro, así como también en las ciudades de Medellín y Cali que en conjunto albergan alrededor de 12 millones de personas. El sismo del Lunes ocurrió muy cerca de la región en donde se originó un terremoto con magnitud M=6.6 en 1995, el cual también corresponde con un fallamiento de tipo extensional, sugiriendo que en este punto, la placa de nazca se dobla hacia abajo en el proceso de subducción por debajo de Colombia.
Según el mapa mostrado arriba sabemos que esta zona no es ajena a grandes terremotos. En el mapa se muestra la sismicidad histórica de gran magnitud según el catalogo ISC-GEM de Colombia. Es posible ver que justo al sur del sismo de hoy, hay numerosos eventos con magnitud M=6 en las últimas décadas, destacando la susceptibilidad a la ocurrencia de terremotos que tiene el país. Una ilustración similar por parte del servicio sismológico de Colombia muestra las últimas 2.5 semanas de actividad sísmica a lo largo el país, en donde el color de los círculos representa la profundidad de ocurrencia del evento. Si bien, la mayoría de los sismos profundos no representan un peligro para la población en general, en caso de ocurrir un terremoto de gran magnitud a profundidades más someras, el daño podría ser significativo.
Tanto la historia sísmica del siglo pasado (catálogo ISC-GEM), como la actividad ocurrida en las últimas semanas confirma que este es un corredor sísmico altamente activo que produce sacudidas con profundidad variable y dichas sacudidas pueden ser mayores al evento de hoy (M=5.2). Los eventos profundos parecen tener naturaleza tensional, posiblemente relaciones con la flexión hacia abajo de la placa de Nazca durante su proceso de subducción por debajo del continente. Los terremotos más superficiales, ocurren en fallas con deslizamiento inverso u oblicuo. Nuestra interpretación de los eventos profundos es especulativa, per la existencia de una larga historia de grandes terremotos es irrefutable.
Afortunadamente, muchos en Colombia han reconocido el potencial sísmico y han tomado medidas para educar a la población y reducir el riesgo. Por ejemplo, Manizales, que se encuentra justo al sur del epicentro de hoy, construyó un programa de seguros para proteger a sus residentes (Marulanda et al., 2012). Aunque los grandes eventos (con magnitudes mayores o iguales a M8) en Colombia probablemente se circunscriban a las zonas de subducción costera, hoy se recuerda que pueden ocurrir grandes eventos (M≤7) a 500 km al este de la trinchera Colombia-Ecuador en los Andes. Dada esta probabilidad, el programa de seguro contra terremotos adoptado por Manizales nos parece prudente. Más ciudades, y no solo las de América Latina, deberían trabajar para encontrar soluciones accesibles para reducir el impacto financiero de posibles crisis futuras. Y más propietarios deberían protegerse fortaleciendo sus hogares y asegurándolos, para que puedan disfrutar de la vida en estas majestuosas cadenas montañosas sin preocupaciones.
Referencias
USGS
EMSC
Servicio Geologico Colombiano
ISC-GEM
M. C. Marulanda, A.H. Barbat, O. D. Cardona, M. G. Mora, Design and Implementation of a Collective Insurance Program based on Cross Subsidies for Recovery of Low Income Homeowners, 15 WCEE Lisbon 2012
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