by David Jacobson, Temblor
El día de ayer, en el sur del Golfo de California, hubo 11 terremotos de M=3.4+ en el lapso de poco más de ocho horas. Los más grandes de estos fueron dos sismos de M=4.6 a aproximadamente 100 km costa afuera, tanto de Baja California como de México. Debido a la magnitud de estos sismos y su ubicación con respecto a áreas pobladas, no se sintieron ni causaron daños. A pesar de ello, estos evidencian la intensa sismicidad del Golfo, la cual está vinculada a su evolución como un sistema de fracturación oblicua.
Con el fin de entender por qué Baja California se está fracturando y separando de México continental, formando una cuenca oceánica, tenemos que regresar en el tiempo 20 millones de años. A lo largo de este periodo de tiempo, la placa del Pacífico se deslizó en dirección noroeste con respecto a la placa Norteamericana. En los Estados Unidos, esta falla de desplazamiento casi pura creó la Falla de San Andrés, lo cual ayudó a formar las Cordilleras Transversales y está arrastrando lentamente partes de California del Sur en dirección norte. Al sur del Golfo de California se encuentra el Dorsal del Pacífico Oriental, una barrera de placa puramente divergente. Debido al movimiento variante hacia el norte y al sur, el Golfo de California representa un corredor transicional donde fallas transformantes unen dorsales en expansión. Aunque no siempre es así, los terremotos cercanos a las fallas transformantes tienden a ser laterales derechas en naturaleza, mientras que aquellas cerca de los centros en expansión son eventos normales (extensionales). Estos terremotos por fallas de desplazamiento también tienden a ser más grandes que los extensionales, ya que puede acumularse más tensión a lo largo de estos márgenes. Desafortunadamente, para los terremotos de ayer, no tenemos los mecanismos focales y, por lo tanto, no podemos decir cuáles son eventos por fallas de desplazamiento y/o extensionales. Sin embargo, de acuerdo a Castro et al., 2017, la sismicidad en el sur del Golfo de California está dominado por terremotos a lo largo de las fallas de desplazamiento.
Mientras que este sistema de fractura se encuentra en gran medida escondido de la vista, cuando se observó mediante batimetría el Golfo de California, las fallas sobresalen (ver abajo). En estas imágenes de Google Earth, pueden verse claramente los centros en expansión que tienden al noreste-suroeste, mientras que las fallas transformantes corren en dirección noroeste-sureste, con orientaciones similares a las de la Falla de San Andrés Lo que también es evidente a partir de esta figura es que el sistema está mucho más definido en el sur que en la porción central del Golfo. Esto es porque que el sur del Golfo de California es mucho más activo debido a una ruptura rápida.
De acuerdo a Paul Umhoefer, en la Universidad de Arizona del Norte, esta ruptura rápida se desglosa en tres factores: una zona delgada a un movimiento moderadamente rápido de la placa por la corteza caliente y débil y a la naturaleza oblicua del movimiento de la placa. Esta corteza débil y caliente se debe a múltiples eventos magmáticos y de deformación durante los millones de años previos a la fractura. Estas características también significan que mucha de la fracturación dentro del Golfo de California sólo tomó 6-10 millones de años, un periodo corto de tiempo en términos geológicos. Compare esto a los 30-80 millones de años que frecuentemente toma a los continentes fracturarse para separarse y entonces se vuelve claro que el Golfo de California es un caso especial.
A pesar de los terremotos de ayer dentro del Golfo de California no fueron en absoluto importantes en términos de su impacto social, sus ubicaciones nos permitieron destacar una región importante tectónicamente costa afuera de Baja California y México, que es propensa a terremotos moderadamente grandes. DE acuerdo al modelo de Calificación Global de Actividad de Terremotos (GEAR, por sus siglas en inglés), que se encuentra disponible en la página de Temblor, en su tiempo de vida, la magnitud probable de terremoto para esta ubicación es de M=6.5+. Este modelo usa tasas de tensión globales y sismicidad previa para pronosticar eventos futuros. Mientras que los terremotos de M=6.5+ pueden parecer grandes, se debe señalar que, en su mayoría, los terremotos dentro del Golfo no serán dañinos y se ven más como una incomodidad, debido a su carencia de proximidad a áreas pobladas. La principal excepción a esto se encuentra en el extremo norte del Golfo, donde el sistema pasa a una frontera continental cerca del Valle de Imperial de California. Por lo tanto, la región se mantiene bajo monitoreo cuidadoso mediante un conjunto de sismógrafos continentales y en el fondo del océano.
References
EMS Catalog
USGS
IRIS
Castro, R.R., et al., Active tectonics in the Gulf of California and seismicity (MN3.0) for the period 2002–2014, Tectonophysics (2017), http://dx.doi.org/10.1016/j.tecto.2017.02.015
Paul J. Umhoefer, Why did the Southern Gulf of California rupture so rapidly?—Oblique divergence across hot, weak lithosphere along a tectonically active margin, GSA TODAY, Volume 21 Issue 11 (November 2011).
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