Por David Jacobson y Ross Stein, Ph.D., Temblor
Revise su clasificación de peligro
Ubicación con una historia mortal
El lunes, un terremoto de M=5.9 golpeó costa afuera de El Salvador. Afortunadamente, el temblor no ocasionó daños, a pesar de que se sintió tanto en la capital de Guatemala como la de El Salvador, que en conjunto constituyen el hogar de cerca de 4 millones de personas. La ubicación de este terremoto le da importancia ya que fue casi idéntico al terremoto de M=7.7 de 2001, que tomó la vida de cerca de 1,000 personas, generó miles de derrumbes y ocasionó millones en daños.
Un terremoto con un origen único
Dada la ubicación de este terremoto, uno podría esperar que hubiera un pequeño evento en la zona de subducción. Sin embargo, con base en el mecanismo focal producido por el Servicio Geológicos de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), este no un evento de megafalla. El mecanismo focal del USGS muestra que este terremoto fue exclusivamente lateral hacia la derecha o compresional sobre una falla casi vertical. En esta etapa, no podemos estar seguros de que sea correcto. Independientemente de esto, es curioso dado que las tectónicas regionales, justo costa afuera de El Salvador se encuentra la Fosa Mesoamericana, donde la Placa de Cocos pasa por un proceso de subducción por debajo de la Placa del Caribe a una velocidad de 70-75 mm/año. Por lo tanto, se puede considerar que el terremoto del lunes tiene un mecanismo focal exótico.
Justo como el evento del lunes tuvo un mecanismo focal exótico, también lo tuvo el terremoto de M=7.7 en 2001. Ese terremoto fue de naturaleza extensional y también ocurrió dentro de la Placa del Caribe. Al tener dos terremotos de magnitud moderada a grande en la misma ubicación, con mecanismos focales extremadamente variables, podría indicar algún tipo de separación interna de la Placa del Caribe o la formación de una falla de la placa descendiente.
Es posible que ocurra un terremoto más grande
A pesar de que esta región está familiarizada con grandes terremotos, antes del terremoto de M=7.7 en 2001, ha habido 26 terremotos M=6+ dentro de un territorio de 250 km en los 40 años precedentes y ningún evento de megafalla grande reciente. De hecho, regresando a los 1700, con el uso del Archivo y Catálogo Histórico Global del Modelo de Terremotos a Nivel Mundial, aún no podemos observar un terremoto por megafalla grande. Mientras que esto podría significar que la región no experimenta eventos de zona de subducción grandes, existe la posibilidad que ocurran eventos más grandes.
Sabes que con el uso del modelo de Calificación de Actividad Global de Terremotos (GEAR, por sus siglas en inglés), que está disponible en Temblor. Este modelo utiliza tasas de estrés globales y por lo menos 40 años de terremotos para pronosticar la probable magnitud de terremotos en su tiempo de vida en cualquier lugar del mundo en la tierra. En la figura que se encuentra a continuación, uno puede ver que, en la ubicación del terremoto del lunes, es probable que ocurra un terremoto de hasta una M=7.5. Mientras que esto significa que el terremoto de M=5.9 del lunes no se debe considerar sorprendente, también presenta el nivel de riesgo sísmico en el que se encuentra Centroamérica y que la gente local debe estar al tanto de la amenaza debajo de sus pies.
Referencias
USGS
EMSC
Martin Vallee y Michel Bouchon, el 13 de enero de 2001, Terremoto en El Salvador: Un análisis de múltiples conjuntos de datos, JOURNAL OF GEOPHYSICAL RESEARCH, VOL. 108, NÚM. B4, 2203, doi:10.1029/2002JB001922, 2003
Catálogo y Archivo Histórico Global del Modelo de Terremotos a Nivel Mundial (GEM)