Por Tiegan Hobbs, Ph.D., Postdoctoral Hazard Scientist (@THobbsGeo), y Ross S. Stein, Ph.D., Temblor, Inc.
Debido a su ubicación costa afuera y una profundidad moderada, el temblor del jueves provocó pocos daños. Pero varios indicios sugieren que la suerte de El Salvador no durará por mucho más. Este evento también resalta el creciente número de terremotos extensionales grandes: una tendencia global con implicaciones de peligro importantes.
Citation: Tiegan Hobbs & Ross S. Stein (2019), El Salvador Earthquake: A Moderate Event in An Area of Extreme Seismic Risk, Temblor, http://doi.org/10.32858/temblor.025
Una foto por el usuario de Twitter Daniel (@dfvegacom) que muestra la tranquilidad después del terremoto en El Salvador.
La mañana de este jueves a las 03:03 am hora local, un poderoso terremoto irrumpió la costa oeste de El Salvador de la costa del Pacífico de América Central. Se sintió en el sur de México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, con una intensidad máxima reportada de aproximadamente Nivel VI (un temblor fuerte). El terremoto despertó a varios residentes de la ciudad cercana La Libertad, que se encuentra a menos de una hora de viaje en automóvil de la ciudad capital de San Salvador. Pero afortunadamente, es posible que el temblor sólo dañe las estructuras mal construidas. Debido a su profundidad moderada y su ubicación costa afuera, no se produjo ningún tsunami y se espera que ocurra poca licuefacción o pocos derrumbes.
El terremoto del jueves de M 6.6 justo costa afuera de El Salvador se sintió en los países vecinos: México, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica.
En Espera del ‘Grande’ de El Salvador en la Zona Roja
Mientras que en este evento no se reportaron daños ni lesionados hasta ahora, El Salvador tiene uno de los riesgos sísmicos más altos del mundo. ¿Qué significa esto exactamente? Peligro se refiere a la probabilidad de que ocurra un terremoto, pero riesgo se refiere a la posibilidad de sufrir pérdidas a partir de ese peligroso evento. La Global Earthquake Model Foundation reconoce que tanto El Salvador como Guatemala poseen un potencial muy elevado de pérdidas debido a su alta posibilidad de que ocurran terremotos, lo cual se ve exacerbado por edificios y centros de población que son altamente susceptibles a daños. Por lo que el terremoto de esta semana fue un recordatorio gentil de lo que le avecina a este pequeño país.
La Global Earthquake Model Foundation evalúa el riesgo sísmico a lo largo del mundo. Tanto El Salvador como Guatemala poseen un riesgo inquietantemente alto (Silva et al., 2018).
Dos Terremotos Tensionales Profundos en Una Semana
Como en el anterior terremoto de M=8.0 en Perú de esta semana, el terremoto del jueves de M=6.6 en El Salvador también se debió a una ruptura tensional relativamente profunda. Eso significa que ocurre dentro de la placa en proceso de subducción en lugar de la interfaz entre la placa y la placa continental que se mueve por arriba. En esta parte de América Central, los eventos tensionales ocurren de manera relativamente frecuente a este intervalo de profundidad (Correa-Mora et al., 2009). Esto incluye un terremoto de M=7.3 en 1982 y uno de M=7.7. en 2001 que, en conjunto, provocaron la muerte de casi 2,000 personas.
Perspectivas contradictorias sobre peligro sísmico en América Central
Aunque ambos modelos, tanto el modelo de GEM como el del Índice de Actividad Sísmica Global (Bird et al., 2015) utilizados por Temblor y que se presentan en la primera figura, sugieren un riesgo alto para El Salvador y Guatemala, Correa-Mora et al., (2009) sostienen que la zona de subducción en esta región podría ser muy ‘débil’ (con facilidad de deslizarse) para generar enormes megaterremotos. Estos son los tipos de eventos que usualmente están asociados con grandes daños y que pueden generar un tsunami si ocurren cerca del lecho oceánico. Correa-Mora y coautores sugirieron que, a pesar de que existe una gran cantidad de energía que se libera a través de terremotos en la región de la zona de subducción en este lugar, es probable que en su mayoría se deben a partir de estos eventos tensionales. Sin embargo, los terremotos pueden ser mortales independientemente de su mecanismo. El terremoto de Huaxian de 1556 en China ocurrió en el contexto de una fosa tectónica extensional y, aún así, es el terremoto más mortal que se haya registrado, que cobró 830,000 vidas (Liu et al., 2011).
¿Está Aumentando el Índice Global de Grandes Terremotos Tensionales?
Además de los dos grandes terremotos tensionales de esta semana (también denominados ‘normales’ o tensionales), en los últimos dos años se han visto otros eventos tensionales fuertes: el terremoto de M=7.1 de Puebla en septiembre de 2017 en la Ciudad de México, el terremoto de M=7.1 en noviembre de 2018 en la ciudad de Anchorage en Alaska y el terremoto de M=7.5 en febrero de 2019 en Ecuador. Pero ¿es real el aparente incremento en eventos extensionales?
Un mapa de terremotos extensionales de magnitud 7 y superior, desde 2005. Se distribuyen principalmente en el “Anillo de Fuego”, alrededor del Océano Pacífico. Mapeado utilizando GeoMapApp.
Por lo general, con el transcurrir del tiempo detectamos más terremotos debido a la mejora de redes, algoritmos de detección y capacidad de procesamiento en conjunto. Sin embargo, el número de grandes eventos extensionales parece aumentar con el tiempo a un índice mayor que los eventos de cabalgamiento o que los eventos de cabalgamiento y falla de rumbo en conjunto. El índice de incremento es de 0.01 unidades de magnitud por año cuando se normalizan con respecto a todos los terremotos no extensionales y de 0.02 cuando se comparan únicamente con eventos de falla de cabalgamiento. Esto significa que (1) hay más terremotos extensionales grandes que lo que solían haber y, (2) que en realidad, la ocurrencia de los eventos de cabalgamiento ha disminuido.
La proporción de eventos normales se incrementa con el tiempo. La proporción de eventos extensionales con respecto a todos los otros tipos de eventos (superior) y con respecto únicamente a eventos de cabalgamiento (inferior), que se han incluido desde 1976-2018 (Global CMT Project). Únicamente se consideraron terremotos de M>7. Las líneas muestran una regresión lineal (ajustada), con las ecuaciones correspondientes y coeficientes de regresión en la parte superior izquierda. Se observa una clara tendencia ascendente, aunque hay un incremento más grande en relación de los eventos de cabalgamiento. Esto significa que en realidad, la tasa de eventos de cabalgamiento grandes está disminuyendo con el tiempo.
Es posible que, debido a que a veces los terremotos extensionales son bastante profundos, esta aparente frecuencia en el aumento de eventos extensionales se deba solamente a la mejora de las redes sísmicas. Se requerirá de trabajo adicional para determinar qué tan convincente es este resultado. Sin embargo, en caso de ser real ¡entonces sería sorprendente! Estos eventos ocurren debido a que la placa en proceso de subducción se está separando así como va siendo arrastrada hacia el manto mediante succión. ¿Va en aumento esta fuerza de succión con el tiempo? ¿u oscila? Sabemos que los grandes megaterremotos (Ben-Naim et al., 2013) y los eventos de falla de rumbo (Pollitz et al., 2012) pueden tender a agruparse con el tiempo – ¿tal vez lo mismo sea verdad para los eventos extensionales intraplaca?
Réplicas en Lugares Inesperados
Las réplicas iniciales del evento de M=6.6 se ubican a 30-40 km al suroeste del terremoto principal.
A pesar de que el terremoto de M=6.6 del jueves en El Salvador ocurrió muy lejos para haber sido ocasionado por el evento de M=8.0 del domingo en Perú, el evento de El Salvador si produjo su propia secuencia notable de réplicas. Las primeras réplicas se concentraron al suroeste del terremoto principal, a aproximadamente 30 km de distancia, a una profundidad de alrededor de 35 km. Usualmente, las réplicas se distribuyen alrededor del límite de la región que se deslizó durante el terremoto principal en lugar de agruparse hacia una sola dirección. Esto podría deberse a que la ruptura se propagase (al descomprimirse) hacia el suroeste, concentrando la energía sísmica en esa dirección o posiblemente se relacione al desgarre o golpe en la placa en proceso de subducción, lo que hace que esta región sea más susceptible. Mediante el estudio de casos como este, los científicos pueden entender mejor dónde y cuándo ocurrirán las réplicas en el periodo de tiempo posterior a terremotos mucho más grandes.
Referencias
Ben‐Naim, E., Daub, E. G., & Johnson, P. A. (2013). Recurrence statistics of great earthquakes. Geophysical Research Letters, 40(12), 3021-3025.
Bird, P., Jackson, D. D., Kagan, Y. Y., Kreemer, C. & Stein, R. S. (2015). GEAR1: A Global Earthquake Activity Rate Model Constructed from Geodetic Strain Rates and Smoothed Seismicity. Bull Seis. Soc. Am.105(5), 2538-2554.
Correa-Mora, F., DeMets, C., Alvarado, D., Turner, H. L., Mattioli, G., Hernandez, D., … & Tenorio, C. (2009). GPS-derived coupling estimates for the Central America subduction zone and volcanic arc faults: El Salvador, Honduras and Nicaragua. Geophysical Journal International, 179(3), 1279-1291.
Liu, M., Stein, S., & Wang, H. (2011). 2000 years of migrating earthquakes in North China: How earthquakes in midcontinents differ from those at plate boundaries. Lithosphere, 3(2), 128-132.
Pollitz, F. F., Stein, R. S., Sevilgen, V., & Bürgmann, R. (2012). The 11 April 2012 east Indian Ocean earthquake triggered large aftershocks worldwide. Nature, 490(7419), 250.
V. Silva, D. Amo-Oduro, A. Calderon, J. Dabbeek, V. Despotaki, L. Martins, A. Rao, M. Simionato, D. Viganò, C. Yepes, A. Acevedo, N. Horspool, H. Crowley, K. Jaiswal, M. Journeay, M. Pittore (2018). Global Earthquake Model (GEM) Seismic Risk Map (version 2018.1). DOI: 10.13117/GEM-GLOBAL-SEISMIC-RISK-MAP-2018.1, https://maps.openquake.org/map/global-seismic-risk-map/
Perfil de GEM para El Salvador: https://downloads.openquake.org/countryprofiles/SLV.pdf
Páginas de Eventos del USGS
https://earthquake.usgs.gov/earthquakes/eventpage/us70003t2n
https://earthquake.usgs.gov/earthquakes/eventpage/us2000ar20/